Inmersas en un mundo cada vez más competitivo, global y desafiante, las organizaciones se enfrentan a un cambio de paradigmas, en el cual, la tecnología de la información juega un papel sin lugar a duda importante.
Estos cambios radicales de economía cerrada a mercados globales, de organizaciones jerárquicas a nuevos estilos de estructuras organizacionales, traen como consecuencia diferentes impactos en la sociedad, por un lado, crean los cimientos de la nueva era de la información del siglo XXI, y por otro, afecta el estilo de vida de las personas ocasionando complejos dilemas morales y éticos. Hoy día las empresas enfrentan un gran número de problemas y desafíos que deben confrontar en el mundo cada vez más competitivo, global y donde la única constante es el cambio.
Para este caso se analizan dos temas diferentes, por un lado la ética que es una disciplina filosófica y por el otro, el concepto de competitividad que está cobijado por las ciencias administrativas. Estos dos campos no son excluyentes, se mezclan provocando un complejo escenario de fin de siglo, donde nosotros como individuos dentro de una sociedad de negocios tomaremos la decisión de ser solamente competitivos sin valores o competitivos con una serie de valores apoyados en el principio ético. Ser solamente competitivos sin valores, se refiere a que podemos ser competitivos en el corto plazo sin ser éticos, pero solo nos estaríamos engañando.
Para ser competitivos en el largo plazo tenemos que ser primero éticos y sobre esta base buscar la competitividad en la empresa. Por ello podemos mencionar que nos encontramos caminando sobre una capa de hielo muy delgada, donde pocos son los que tienen suficiente experiencia respecto al tema ético, jurídico y en última instancia político que surge con la necesidad de imponer limitaciones en los flujos de información.
La competitividad implica administrar información y la administración de la información plantea complejos dilemas morales y éticos los cuales son responsabilidad de los administradores enfrentarlos.
Conclusiones
1.Con el presente trabajo se puede arribar a las siguientes conclusiones:
2.No es ético realizar pirateo de Software y desarrollar virus Informáticos, pues ello desequilibra el orden empresarial, perjudicando a los sistemas computacionales.
3.El éxito de los informáticos en el futuro estará muy ligado a la ética informática pues ello permitirá una adecuada formación profesional, lo cual evitará la ejecución del pirateo de información que actualmente es muy practicado.
4.La sociedad deberá prepararse cada vez más para afrontar esta transición de la sociedad de la información que se presenta y cada individuo deberá administrar los conocimientos e información con juicio recto y moral.
5.Las organizaciones empresariales que deseen ser competitivas, deberán adaptar la tecnología de información para administrar su información, pero siempre cuidando los principios éticos que delineen las políticas empresariales y los procedimientos a seguir con el uso de la información.
6.Los códigos de ética están relacionados con aspectos computacionales, por lo que hace referencia a la Ingeniería del Software.
7. Estamos ante un intento serio de proponer una reflexión sistematizada de los aspectos éticos de una de las cuestiones más relevantes de nuestro entorno social.